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11. MICROAGRESIONES

Lectura estimada:16 minutos
  • Microagresiones (Nadal et al, 2017): son desaires, invalidaciones e insultos sutiles que se dirigen a las personas por su pertenencia real o percibida a un grupo marginado, en este caso, el LGBTQ+. Las microagresiones, en ocasiones, tienden a ser inconscientes y difíciles de identificar por su carácter ambiguo.
  • Microagresiones por identidad de género (Nadal, 2018): tipo específico de microagresión relacionada con la identidad de género. Por ejemplo: negación de la identidad de género, uso indebido de pronombres, invasión de la intimidad corporal, incomodidad conductual o negación de la transfobia social.
  • Microagresiones por orientación sexual (Nadal, 2018): tipo específico de microagresión relacionada con la orientación sexual. Por ejemplo: uso de terminología heterosexista, aval de la cultura y comportamientos heteronormativos o conformistas de género, incomodidad/desaprobación de experiencias LGTBIQ+ y de otras sexualidades (como: pansexual, asexual, demisexual…), negación de la realidad del heterosexismo, asunción de patología o desviación sexual….
  • Microasaltos (Sue et al., 2017): se consideran intencionadas; pretenden dañar a través de insultos, conductas de evitación o acciones deliberadamente discriminatorias.
  • Microinsultos (Sue et al., 2017): son verbalizaciones que transmiten descortesía e insensibilidad y que denigran la identidad de una persona. Aunque a menudo no son intencionadas, las microacusaciones pueden ofender o ridiculizar a quien las recibe.
  • Microinvalidaciones (Sue et al., 2017): son comunicaciones que niegan o anulan los pensamientos, sentimientos o la realidad experimentada por las personas LGBTQ+.

11.1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad, no es tan habitual que las personas realicen abiertamente actos conscientes, hostiles y discriminatorios hacia el colectivo LGBTQ+. Muchas personas creen que no tienen prejuicios hacia este colectivo ni actitudes/comportamientos discriminatorios. Sin embargo, diferentes estudios demuestran que muchas personas actúan basándose en prejuicios implícitos (inconscientes y desconocidos), que afectan a la forma en que perciben y se relacionan con los demás (Greenwald et al., 2019).

Debido a la naturaleza a menudo involuntaria y ambigua de las microagresiones, tanto quienes las cometen como quienes las presencian pueden tender a negar o minimizar el daño que causan. De hecho, cuando estas actitudes son señaladas/cuestionadas, los/as/es agresores/as a menudo intentan justificar sus comentarios y/o acciones como una broma o un malentendido, cuando, en realidad, constituyen formas sutiles de discriminación.

Este tipo de agresiones y su perpetuación en el tiempo contribuyen a deteriorar la salud mental del grupo y de las personas hacia los que se dirigen. Por ejemplo, las microagresiones heterosexistas se han asociado con una menor autoaceptación y un mayor malestar psicológico, así como con síntomas de estrés postraumático (Woodford, Kulic, Sinco y Hong, 2014). Además, las microagresiones dirigidas hacia las minorías de género (Robinson, 2014) (microagresiones cisgénero) se han relacionado con el malestar emocional y la alteración de las amistades (Galupo, Henise, y Davis, 2014).

Según datos de la Encuesta LGBTQ+ de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea publicados en 2020 (Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, 2020), el 65% de los estudiantes de la UE había presenciado u oído comentarios o comportamientos negativos porque otra persona de la clase era percibida como LGBTQ+ (con porcentajes variables según el país). En varios países, hasta uno de cada cinco estudiantes LGBTQ+ se había planteado abandonar los estudios o cambiar de centro por este motivo.  Otros estudios indican que los estudiantes LGBTQ+ sufren un mayor acoso y victimización, lo que puede provocar un menor nivel de autoestima y/o un peor rendimiento académico, así como un sentimiento de exclusión/desvinculación con la comunidad educativa y con sus compañeros/as/es.

11.2. DESARROLLO DEL TEMA

La infancia y adolescencia LGTBIQ+ siente más seguridad, una mayor sensación de bienestar y presentan un mejor rendimiento académico si están inmersos en entornos familiares y comunidades educativas que apoyan a quienes sufren este tipo de microagresiones, que no las minimizan e intervienen ante ellas (Bryan, 2018).

Por este motivo, es esencial que los/as profesores/as que trabajan con niños/as/es/adolescentes proporcionen un espacio seguro, inclusivo y positivo para cualquier persona, independientemente de su orientación sexual y/o identidad/expresión de género y diversidad de características sexuales (como la intersexualidad, que es el término que engloba a todas las personas que han nacido con órganos reproductores o sexuales que no se ajustan a lo que tradicionalmente se considera “masculino” o “femenino”).

De ahí la importancia de aprender a distinguir qué son las microagresiones y cuáles son sus características. De esta manera, podremos romper el silencio que existe en torno a ellas y las interpretaciones ambiguas que pueden darse y que tanto daño causan en nuestros niños/as/es/ adolescentes. Existen dos grandes grupos de microagresiones.

11.2.1. TIpos de microagresiones

Por un lado, están las basadas en la orientación sexual (Nadal, Rivera, y Corpus, 2010) y engloban diferentes aspectos como:

  • Uso de terminología heterosexista, por ejemplo, hacer bromas/comentarios sobre personas LGBTQ+ en tu presencia sin tener en cuenta su identidad/orientación. También ocurre cuando alguien utiliza un lenguaje heterosexista o transfóbico despectivo hacia, o sobre, las personas LGBTQ+, como “Eso es tan gay”, “No homo”, “transexual”, “she-male”, “maricón” u otros términos despectivos en presencia de otros.
  • Apoyar la cultura y los comportamientos heteronormativos o conformistas con el género. Este tipo de microagresiones tienen lugar cuando se asume que una persona LGBTQ+ es heterosexual, o cuando se le anima a actuar de forma conforme al género. A los/as/es jóvenes se les dice que no deberían ser tan extravagantes o que deberían actuar de forma “más masculina” o, en el caso de las chicas, “más femenina”. A muchos adultos jóvenes se les pregunta “si ya tienen novia/novio”, quizás sin darse cuenta de que, en esencia, están diciendo a aquellos a los que preguntan que esperaban que fueran heterosexuales. Las personas heterosexuales no se dan cuenta de que es habitual que asuman que alguien es heterosexual, a menos que se demuestre lo contrario.
  • Malestar/desaprobación de las experiencias LGBTQ+ y de otras sexualidades. Estos tipos de microagresiones incluyen casos en los que las personas LGBTQ+ son tratadas con incomodidad, repulsa o ambas cosas. Ejemplos de este tipo de microagresiones son, por ejemplo, cuando una pareja del mismo sexo/género es mirada con repugnancia por extraños/as/es sólo porque se cogen de la mano en público. Junto con la discriminación y el acoso manifiestos, este tipo de conductas pueden incluir comentarios como que este tipo de comportamientos son “una abominación” o que la identidad de género de una persona transgénero es “antinatural”. Por ejemplo, cuando alguien hace muecas cuando una pareja no normativa se muestra cariñosa en público.
  • Negación de la realidad del heterosexismo, este tipo de microagresiones se produce cuando una persona heterosexual o cisgénero afirma que la homofobia no existe. Por ejemplo, decirle a una persona LGBTQ+ que está exagerando cuando se enfrenta a una actitud heterosexista.
  • Suposición de patología o desviación sexual. Estas microagresiones se producen cuando las personas heterosexuales consideran que las personas LGBTQ+ tienen una desviación sexual o que son excesivamente sexuales. Un ejemplo de esto a nivel sistémico es la prohibición de donar sangre a cualquier hombre que haya mantenido relaciones sexuales con otro hombre. Así, aunque un hombre sea seronegativo y haya mantenido una relación monógama toda su vida, se le considera una persona de riesgo y, por tanto, un donante no apto.

Por otro lado, están las basadas en la identidad/expresión de género (Greenwald et al., 2009), entre las que se incluyen las siguientes:

  • Negación de la identidad de género. Este tipo de microagresiones se producen cuando una persona cisgénero afirma que la transfobia no existe, por ejemplo, cuando un familiar le dice a una persona trans que su condición de transexual es sólo una fase.
  • Uso incorrecto de los pronombres. Este tipo de microagresión consiste en hacer un uso incorrecto de los pronombres, por ejemplo, cuando el profesor utiliza el pronombre equivocado para una persona trans al pasar la lista en clase o cuando ni siquierea se pregunta a las personas que pronombre quieren que utilicemos con ellas.
  • Incomodidad en el comportamiento. Estas microagresiones se producen cuando alguien no se siente cómodo estando con personas transgénero o con personas que no son cisgénero y lo demuestra a través de comportamientos sutiles, como cuando alguien no quiere sentarse/compartir espacio cerca de una persona que es/se identifica como no binaria.
  • Invasión de la intimidad corporal. Este tipo de microagresiones se producen principalmente hacia las personas transgénero e incluyen interacciones en las que otras personas se sienten autorizadas o cómodas para cosificar los cuerpos transgénero. Por ejemplo, alguien pregunta por sus genitales, haciendo una pregunta inapropiada e invasiva que nunca se haría a una persona cisgénero (es decir, una persona cuya identidad de género coincide con su sexo de nacimiento).
  • Negación de la transfobia social. Este tipo de microagresiones se produce cuando una persona cisgénero afirma que la transfobia no existe. Por ejemplo, decirle a una persona trans que se queja demasiado de las reacciones de la gente ante su identidad de género.

Además, según Nadal (2014) se puede distinguir un tipo más de microagresiones:

  1. Asunción de una experiencia LGBTQ+ universal:

Este tipo de microagresiones se producen cuando las personas heterosexuales asumen que todas las personas LGBTQ+ son iguales. Por ejemplo, a veces, la gente puede hacer comentarios sobre alguien y decir que no parece ser “el típico chico gay” porque puede no cumplir algún estereotipo; otras veces, la gente puede suponer que una persona LGBTQ+ que conocen se llevaría bien automáticamente con otra persona LGBTQ+ simplemente porque pertenecen al colectivo.

Las mujeres lesbianas han informado de que la gente presume que todas ellas deberían ser masculinas, mientras que las personas bisexuales han informado de que a menudo se las estereotipa como “confundidas” (Nadal, Issa, et al., 2011).  O, por ejemplo, muchas mujeres transgénero han denunciado haber sido detenidas y acusadas falsamente de ser trabajadoras sexuales (Nadal et al., 2012), lo que demuestra que estos prejuicios y microagresiones podrían incluso tener implicaciones legales.

Todas estas microagresiones tienen un impacto significativo en la vida de las personas. Aunque algunas de estas experiencias pueden parecer breves e inofensivas, muchos estudios han descubierto que cuantas más microagresiones sufren las personas, más probabilidades tienen de manifestar síntomas de depresión, malestar psicológico e incluso problemas de salud física.

– 11.3. SITUACIONES DE DISCRIMINACIÓN RELACIONADAS CON EL TEMA –

Imagine que está en su clase y un estudiante propone organizar una gala musical para la fiesta del instituto y otro responde con un comentario del tipo “eso es muy gay”. Normalmente, ignoramos ese tipo de comentarios, pero es importante señalar que se trata de una microagresión. Como profesores/ educadores debemos señalar la importancia del lenguaje y lo que transmite y cuestionar estos aspectos. Por ejemplo, podemos plantearle al alumnado por qué nadie utiliza la expresión “esto es muy hetero ” pero sí es más común decir “esto es muy gay”. A partir de ahí, podemos preguntarles por qué creen que se usan esas frases y otras no, qué connotaciones e implicaciones tienen y cómo podemos reformularlas para que sean más inclusivas para todo el mundo. Los ejercicios de imaginación pueden ser útiles en estos contextos. Puede utilizarlos para preguntar al alumnado cómo se sentiría en un contexto determinado cuando se hiciera ese comentario específico. Por ejemplo, si fuese una persona perteneciente al colectivo LGBTQ+ y no lo hubiese hecho público o si fuese alguien que está intentando descubrir su sexualidad.

Imagine que una alumna trans va al baño de chicas del centro. Otras alumnas que ya estaban dentro la miran y empiezan a cuchichear y a reírse entre ellas. Sería recomendable que, como profesor/a, abordara el problema con las dos partes implicadas. En primer lugar, es aconsejable hablar con la persona que sufre la agresión, en este caso, la alumna trans, y preguntarle si necesita algo por si puede apoyarla. A continuación, sería conveniente que le diera a la alumna trans un espacio donde pueda sentirse libre para expresar (o no, si no quiere hablar de ello) lo que le ha pasado, cómo la ha hecho sentir, etc. Y hacerla saber que este tipo de comportamientos no serán pasados por alto ni permitidos y que cuentan con todo nuestro apoyo. A continuación, debería hablar con las otras personas implicadas y explicarles por qué su comportamiento no ha sido adecuado y qué efectos puede causar. Este tipo de comportamientos suelen ser el resultado de la falta de conocimientos sobre el tema. Al explicarlo, le damos visibilidad, lo normalizamos y mostramos las consecuencias de estos comportamientos. Con un poco de suerte contribuiremos a evitar que se repita. Por último, podría intervenir con toda la clase explicando y normalizando la realidad de las personas trans.  Además, si el problema persiste, se podría formar específicamente a algunos estudiantes para que este tipo de situaciones no se produzcan.

11.4. BUENAS PRÁCTICAS

Como educadores, desempeñan un papel activo en las prácticas contra las microagresiones. Aquí mostramos algunos consejos que pueden ser útiles:

  • Incluya la diversidad sexual de forma transversal en sus clases. Utilice referentes LGBTQ+ (por ejemplo, en clase de lengua y literatura incluya autores LGBTQ+).
  • Intente utilizar un lenguaje inclusivo/neutral.
  • Pregunte a su alumnado al principio del curso cómo quieren que se refiera a ellos (uso de pronombres masculinos, femeninos, neutros, etc.).
  • No de por supuesta la heterosexualidad/cisgenererismo del alumnado cuando surja el tema en el aula.
  • Procure que exista un ambiente respetuoso y abierto y un clima favorable para que todo el alumnado pueda expresarse e incluso plantear sus dudas sin miedo al rechazo o a la invalidación. El/la professor/a debe estar preparado/a para las opiniones negativas o incluso violentas hacia las personas LGBTQ+. Es importante no entrar en discusiones con el alumnado dentro el aula (porque puede perjudicar a otros estudiantes). Es muy importante que en todo momento mostremos una actitud de respeto y aceptación hacia la diversidad sexual.
  • Si observa que una persona de su alumnado está cometiendo una microagresión, intente preguntarle en privado el motivo de su comportamiento, cuestione (siempre desde el respeto y la comprensión) su comportamiento e intente hacerle ver a través de sus preguntas por qué ese comportamiento puede ser problemático y/o perjudicar a los demás.
  • Intente que su alumnado tome conciencia de los prejuicios y estereotipos que tienen interiorizados para tomar el control sobre ellos. No normalice actitudes/comportamientos que puedan ser perjudiciales.
  • Ofrezca acceso a información y herramientas para que, en cualquier momento, el alumnado pueda detectar las microagresiones y tengan la capacidad de abordarlas. Además, si no se sienten capaces de hacer frente a estos comportamientos, pueden comunicárselo para trabajarlo en el aula.
  • Las microagresiones pueden adoptar diversas formas, he aquí algunos ejemplos: 
    • Utilizar lenguaje homófobo: “Maricón” 
    • Cosas que pretenden ser cumplidos, pero están diciendo que ser reconocido como persona trans es malo y que el aspecto es lo más importante: “¡No pareces transgénero!”
    • Aferrarse al estereotipo de cómo son o se comportan los chicos gays: “No es el típico chico gay”.
    • Asumir que todas las personas LGBTQ+ son iguales: “¡Oh, os llevaríais tan bien, ella también es marica!”.
    • Violar la intimidad corporal de las personas con diversidad de género: “¿Te has hecho LA cirugía?”
    • Sugerir que las personas son malas (no lo suficiente si no se corresponden con los roles estereotipados masculinos o femeninos: “¡Deberías actuar de forma más masculina!”
    • Presionar a las chicas para que respondan si ya están saliendo con chicos, creando un entorno en el que sólo se espera heterosexualidad, lo que puede crear una presión para salir del armario o miedo a hacerlo

11.5. REFERENCIAS

European Union Agency For Fundamental Rights (Ed.). (2020). EU LGBT survey: European Union lesbian, gay, bisexual, and transgender survey ; main results. The Publications Office of the European Union

Galupo, M. P., Henise, S. B., & Davis, K. S. (2014). Transgender microaggressions in the context of friendship: Patterns of experience across friends’ sexual orientation and gender identity. Psychology of Sexual Orientation and Gender Diversity, 1, 461–470. doi:10.1037/sgd0000075 Gay, Lesbian, and Straight Education Network. (2013). National School Climate Survey. Retrieved from http://www.glsen.org/nscs

Greenwald, A. G., Poehlman, T. A., Uhlmann, E. L., & Banaji, M. R. (2009). Understanding and using the Implicit Association Test: III. Meta-analysis of predictive validity. Journal of Personality and Social Psychology, 97, 17–41. doi:10.1037/a0015575

Nadal, K. L. (2018). Measuring LGBTQ microaggressions: The sexual orientation microaggressions scale (SOMS) and the gender identity microaggressions scale (GIMS). Journal of homosexuality.

Nadal, K. L., Erazo, T., Schulman, J., Han, H., Deutsch, T., Ruth, R., & Santacruz, E. (2017). Caught at the intersections: Microaggressions toward lesbian, gay, bisexual, transgender, and queer people of color. LGBT psychology and mental health: Emerging research and advances, 133-152.

Nadal, K. L., Rivera, D. P., & Corpus, M. J. (2010). Sexual orientation and transgender microaggressions in everyday life: Experiences of lesbians, gays, bisexuals, and transgender individuals. In D. W. Sue (Ed.), Microaggressions and marginality: Manifestation, dynamics, and impact (pp. 217–240). New York, NY: Wiley.

Robinson, J. (2014). Sexual orientation microaggressions and posttraumatic stress symptoms (Doctoral dissertation). Retrieved from ProQuest Dissertations and Theses database. (Accession Order No. 1565243)

Sarah E., & Bryan, S. E. (2018). Types of LGBT Microaggressions in Counsellor Education Programs, Journal of LGBT Issues in Counselling, 12, 2, 119-135, DOI: 10.1080/15538605.2018.1455556

Sue, D. W., Capodilupo, C. M., Torino, G. C., Bucceri, J. M., Holder, A., Nadal, K. L., & Esquilin, M. (2007). Racial microaggressions in everyday life: implications for clinical practice. American psychologist62(4), 271.

Woodford, M. R., Kulick, A., Sinco, B. R., & Hong, J. S. (2014). Contemporary heterosexism on campus and psychological distress among LGBQ students: The mediating role of self-acceptance. American Journal of Orthopsychiatry, 84, 519–529. doi:10.1037/ort0000015

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