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6.2. KINK

Lectura estimada:14 minutos
  • El Kink puede ser tanto una identidad como una orientación
  • El kink implica expresarse a través de diferentes dinámicas de poder y experimentar atracción sexual por determinados actos
  • Cuando se practica el kink, los límites, el consentimiento y la palabra de seguridad forman parte del juego.
  • El kink experimenta con, pero no se limita a, bondage y disciplina (B&D), dominación y sumisión (D&S) y sadomasoquismo (S&M)
  • Cuando enseñes a niños/as/es y adolescentes sobre el kink, intenta enseñarles también sobre seguridad, intimidad, consentimiento y placer sexual.

6.2.1. INTRODUCCIÓN

Savin-Williams (2019) define el kink como una identidad y una orientación, y afirma que puede ser aceptado y abrazado o mantenerse oculto y sin practicar. En cualquier caso, no va a desaparecer. En el mismo artículo, el autor menciona que, para la juventud el kink es una forma de expresión, de probar diferentes dinámicas de poder y experimentar atracción hacia ciertos actos. Algunos autores incluso mencionan que el kink puede ser una fuerza tan orientadora que puede superar el concepto de género tal y como lo conocemos

6.2.2. DESARROLLO DEL TEMA

6.2.2.1. ¿Qué es el kink?

Según Gemberling (2015), el BDSM incluye, entre otras, las prácticas consensuadas relacionadas con el bondage y la disciplina (B&D), la dominación y la sumisión (D&S) y el sadomasoquismo (S&M). Estas prácticas implican ciertas dinámicas de poder entre las personas implicadas y pueden ser diferentes según la persona que las practique (Desai, 2019).

Al estar definido por la sexualidad humana y por el uso de las llamadas “prácticas, fantasías y conceptos sexuales/sensuales/íntimos no convencionales”, el kink es una práctica no normativa. Esto significa que no encaja en la imagen de la normalidad creada por la sociedad actual en lo que respecta al sexo y las actividades sexuales. Por lo tanto, el kink puede ser percibido como algo raro e incorrecto, lo que conlleva un estigma para todos los practicantes del kink. Esto sucede a menudo debido a la falta de comprensión o a la desinformación y puede conducir a la desaprobación y al aislamiento de la propia práctica y de los practicantes de la misma. Un estudio realizado por Kelsey et al. (2013) muestra que incluso las actitudes de las/os/es terapeutas u otros profesionales podrían verse influidas por sus prejuicios hacia el BDSM, afectando así a su práctica. Por ello, autores como Helfer, consideran que enseñar sobre kink es una obligación ética para poder cambiar esta mentalidad en los clínicos sanitarios y crear un sistema más inclusivo (Helfer, 2021).

6.2.2.2. Intimidad

Es importante tener en cuenta que el kink siempre es consensuado. Si no es consentido, no es kink, sino abuso de poder, violencia y/o discriminación. El kink no se limita al sexo y no lo tiene como objetivo principal. Lo que promueve es aumentar la intimidad entre la(s) pareja(s), haciendo que en los actos sexuales aumenten la combinación dolor/placer y la intimidad que se experimenta entre las parejas (Desai, 2019).

Al ser tanto físico como psicológico, el kink ofrece la oportunidad de explorar contextos tanto físicos como mentales, mejorando la relación de intimidad con tu(s) pareja(s). Experimentar con diferentes dinámicas de poder a menudo puede ofrecer a los miembros de la pareja la oportunidad de probar diferentes roles, cambiando entre el papel que desempeñan en su vida cotidiana y el papel que les gustaría desempeñar. Si alguien toma la iniciativa en la toma de decisiones en su vida cotidiana, puede tener la oportunidad de ver qué se siente al ser dirigido y al revés (Sacred Eros, 2018). El kink consiste en crear el marco para experimentar y redefinir la dinámica de poder entre las personas involucradas. Por lo tanto, implica un componente psicológico, teniendo la intimidad y la confianza en su núcleo mientras se exploran los límites mentales y físicos de cada pareja.

6.2.2.3. Comunicación y consentimiento

Comunica abiertamente a tu pareja cuáles son tus expectativas y temores. Háblale de tus deseos, fantasías, límites y nivel de experiencia con el kink. Así evitarás malentendidos.

Intentad dibujar juntos la escena que os gustaría crear teniendo en cuenta las perspectivas y expectativas de ambos. Negocia hasta llegar a una opción con la que todos/as/es os sintáis cómodos. Teniendo en cuenta que existe una dinámica de poder, el consentimiento puede cambiar en función de la actividad o del sentimiento de las personas implicadas. Ten en cuenta que puedes parar y cambiar la actividad en cualquier momento si te sientes incómodo/a/e. Comunícate de forma abierta y honestacon tu pareja.

Establecer límites y reevaluarlos forma parte de la práctica del kink. Saber con qué te sientes cómodo, qué puedes querer explorar y de qué quieres mantenerte alejado forma parte de tu experiencia y puede fluctuar en función del periodo de tiempo, la(s) pareja(s) o el entorno. Ten en cuenta que cada persona tiene sus propios límites personales y sexuales, y que preguntar dónde están esos límites forma parte de hacer que la experiencia sea agradable.

Enseñar a los niños/as/es y adolescentes sobre el kink no tiene por qué significar automáticamente que debas empezar a enseñarles sobre bondage o juegos de rol. Puedes empezar hablando de la diversidad sexual, la orientación sexual, el género…explicando cómo la creación de un entorno seguro para experimentar y explorar puede beneficiar a las personas implicadas. Aborda los temas del consentimiento y los límites y empieza explicando o dando ejemplos de actos que no impliquen necesariamente relaciones sexuales, pero sí contacto físico o un cambio en la dinámica de poder (por ejemplo, ataduras con cuerda).

Puede leer más sobre el consentimiento en el tema 5.5.

6.2.2.4. Experimentar

El kink ofrece el marco para explorar con diferentes sensaciones, diferentes niveles de poder y dinámicas, así como una infinidad de actividades sexuales. Algunos de los comportamientos kink más practicados (mostrados en un estudio realizado en la segunda parte de la década de 2010) fueron la disciplina, el bondage, la dominación, los juegos de rol, la sumisión, los azotes, el exhibicionismo, el fetichismo por la ropa y otros (Desai, 2019).

Al explorar diferentes prácticas, dinámicas y actos sexuales no solo estás experimentando con tus límites sexuales, sino también con los emocionales. Practicar el kink contribuye a conocer mejor tu cuerpo, las reacciones que puede tener ante determinados contextos sexuales y lo que puede necesitar en otros. Este autoconocimiento suele contribuir a una mejor autocomprensión y puede llevar a un estilo de vida sano y satisfactorio, tanto sexualmente como en general. La combinación de desafiar la mente y el cuerpo en un entorno seguro (con consentimiento y límites) contribuye positivamente al crecimiento personal.

Estigmatizar el kink puede tener un impacto negativo en la salud mental de los kinksters (personas que practican el kink). El estigma y el silencio en torno al comportamiento kink pueden conducir a internalizar el estigma, la verguenza, al aislamiento, la depresión y, posiblemente, a intenciones suicidas. Este estigma social también puede repercutir negativamente en el acceso de los practicantes de kink a los servicios sanitarios por miedo o por sentirse juzgados, exponiéndolos posiblemente a situaciones de riesgo o a ser avergonzados por sus preferencias sexuales.

Por otro lado, un entorno de apoyo al kink puede ser un sueño hecho realidad para personas con cuerpos y/o deseos no normativos (Desai, 2019). Poder experimentar sintiéndose seguro/a/e y apoyado/a/e dentro de una comunidad puede beneficiar al conjunto, especialmente a quienes que no se identifican con la forma de vida y las prácticas sexuales heteronormativas. La confianza, el cuidado y el conocimiento pueden conducir a una autoexpresión y experimentación más precisas y libres de vergüenza. No hay expectativas normativas, ni etiquetas de acciones que son “raras”, sino que existe una exploración constante de lo que puede provocar sensaciones, sentimientos y emociones diferentes.

6.2.2.5. Deconstruir mitos

El kink tiene su origen en traumas psicológicos (historia de abusos, mala crianza, etc.)

El kink puede ser desarrollado tanto innatamente durante la infancia como puede ser adoptado más tarde en el desarrollo de la vida. Desai (2019) explica cómo los comportamientos pervertidos “como querer ser capturado mientras se juega a policías y ladrones” pueden ser un indicador de un compromiso inicial con el kink. Para algunas personas, el kink puede comenzar con un sentimiento general de ser diferentes (en lo que respecta a la identidad, las muestras de afecto, las prácticas sexuales, etc.) o con una preocupación por no compartir intereses comunes con sus iguales, lo que a menudo conduce a la autoinvestigación para comprender o etiquetar lo que les ocurre (Desai, 2019).

Para otras, el kink puede ser algo con lo que experimentan más tarde en la vida por el deseo de explorar un estilo de vida sexual y unas prácticas sexuales diferentes.

Un estudio realizado en 2008 (Richters et al., 2008) demostró que no hay pruebas de que los/as(es practicantes de BDSM sufran ninguna forma particular de trastorno psicológico, lo que se confirmó posteriormente a través de otros estudios en los que se afirmaba que quienes realizaban prácticas BDSM parecían estar “mental y emocionalmente bien adaptadas” (Wismeijer y van Assen, 2013).

Por esta razón, es importante reforzar la idea de que el kink no es una enfermedad ni el resultado de un trauma psicológico, sino más bien una forma de exploración, una identidad o incluso una orientación.

Kink es lo que se ve en Cincuenta sombras de Grey

Las representaciones en los medios como las películas de “Cincuenta sombras de Grey” pueden dañar la imagen de la comunidad kink debido a la desinformación y la representación errónea del kink que difunden. Desai (2019) menciona cómo, aparte del estigma social que conllevan, estas películas pueden ser peligrosas debido a la comprensión superficial del sexo violento y la representación errónea/forzada de las prácticas BDSM. Las prácticas kink siempre implican el consentimiento mutuo y son una forma de explorar diferentes fantasías sexuales en un entorno seguro. Implican comunicación y consentimiento, no conductas forzadas o prácticas sexuales únicamente violentas.

Cuando explique o enseñe sobre la representación en los medios del kink, intente ofrecer recursos alternativos que puedan explicar cómo pueden funcionar las prácticas kink y qué implican.

– 6.2.3. SITUACIONES DE DISCRIMINACIÓN RELACIONADAS CON EL TEMA –

Tras ver la película Cincuenta sombras de Grey, L., una adolescente de 14 años, quedó fascinada y supuso que los actos sexuales representados también debían ocurrir así en la vida real y que todo el mundo estaría de acuerdo. Cuando L. empezó una relación, intentó utilizar algunas de las prácticas que vio durante la película, por ejemplo ser dominante o impulsiva con su pareja (no necesariamente en un contexto sexual), lo que llevó a su pareja a preguntarse si era así como quería ser tratado/a/e.

Debido a las escenas representadas en la película, a la falta de educación sobre el kink y a la falta de recursos, L. se formó una percepción errónea de lo que eran el BDSM y las prácticas kink y sobre quién tenía curiosidad por practicarlas. Al no tener ninguna referencia para pedir más información, su única forma de explorar lo que pensaba era experimentar con su pareja, lo que resultó ser una situación incómoda para ambos.

Como educador/a podría enseñar la importancia de la representación del sexo y el kink en los medios de comunicación. Intente explicar que cada cuerpo es diferente y que la comunicación, el consentimiento y los límites son sus mejores amigos cuando se trata de conexiones y prácticas sexuales. Ofrecer recursos, explicaciones y ejemplos sobre prácticas pervertidas puede cambiar el enfoque de percibir el kink sólo desde un punto de vista puramente sexual a ofrecer una imagen más holística que implique una conexión mental, emocional y física. Hable de crear intimidad y experimentar de forma segura, con consentimiento mutuo y seguridad.

Evitar el tema o etiquetarlo como incorrecto o raro sólo contribuiría al impacto negativo en la salud mental de los niños y adolescentes y, posiblemente a su aislamiento, depresión o, en algunos casos, pensamientos suicidas.

6.2.4. BUENAS PRÁCTICAS

6.2.4.1. Enseñar sobre seguridad, consentimiento y placer sexual

Esta combinación puede representar un buen comienzo para abrir el tema del kink. Intente explicar por qué algunas personas deciden practicarlo y diríjales hacia recursos apropiados para su edad. Aprender sobre la seguridad durante las actividades sexuales (prevención, protección, límites, servicios de salud sexual, etc.) podría ser el primer paso para investigar y explorar la educación kink. Teniendo en cuenta que cada persona es diferente y puede tener puntos de vista y límites personales completamente distintos, hablar sobre el consentimiento forma parte de la práctica del kink.

Intente explicar lo importante que es mantener una conversación con la pareja antes de practicar nada. Exponer las expectativas, los miedos y los límites personales va a hacer que la experiencia sea mucho más cómoda para las personas implicadas. Después de aclarar estos dos aspectos, puede intentar centrarse en el placer sexual y la dinámica de poder. Hablar sobre el hecho de que las personas pueden sentir placer sexual con diferentes actividades y dinámicas de poder puede ayudar a crear una imagen más amplia sobre el placer sexual y la salud sexual.

6.2.4.2. Experiencia psicológica y física

Enseñar que el kink se experimenta tanto a nivel psicológico y emocional como a nivel físico es enseñar que explorar con él puede ofrecer una experiencia más amplia que contribuya al autodescubrimiento y al autocrecimiento. Demuestra que tanto la mente como la acción física desempeñan un papel cuando se trata de actividades sexuales, y puede enseñar a los practicantes a superar los límites dentro de un entorno seguro.

Utilizando un lenguaje y ejemplos adecuados a la edad, intente explicar cómo las prácticas kink pueden contribuir a redefinir la sexualidad, el placer sexual y las relaciones sexuales. Intente evitar el uso de metáforas. En su lugar, utilice un lenguaje apropiado para la edad y explíquelo de la forma más clara posible.

6.2.5. REFERENCIAS

Desai, R. (2019). What Is Kink? Psychology Today. Retrieved from https://www.psychologytoday.com/us/blog/sex-sexuality-and-romance/201901/what-is-kink.

Gemberling, T. M., Cramer, R., & Miller, R. S. (2015). BDSM as sexual orientation: A comparison to lesbian, gay, and bisexual sexuality. Journal of Positive Sexuality, 1, 56-62.

Helfer, E. (2021). Kink Education Is an Ethical Obligation. Psychology Today. Retrieved from https://www.psychologytoday.com/intl/blog/kink-outside-the-box/202101/kink-education-is-ethical-obligation.

Kelsey, K., Stiles, B. L., Spiller, L., & Diekhoff, G. M. (2013). Assessment of therapists’ attitudes towards BDSM. Psychology and Sexuality, 4(3), 255–267. Retrieved from https://doi.org/10.1080/19419899.2012.655255.

‌Richters, J., de Visser, R.O., Rissel, C.E., Grulich A.E. & Smith A.M. (2008). Demographic and psychosocial features of participants in bondage and discipline, “sadomasochism” or dominance and submission (BDSM): data from a national survey. J Sex Med. 2008 Jul;5(7):1660-8. Retrieved from Demographic and psychosocial features of participants in bondage and discipline, “sadomasochism” or dominance and submission (BDSM): data from a national survey – PubMed (nih.gov).

Wismeijer, A. & van Assen, M. (2013). Psychological characteristics of BDSM practitioners. Journal of Sexual Medicine, 10, 1943–1952.

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