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5.7. SEGURIDAD EN LÍNEA: SEXTING, RIESGOS

Lectura estimada:13 minutos
  • Educar en lugar de prohibir
  • Tener y reforzar límites contribuye a un uso saludable de Internet
  • Cuando hagas sexting, habla con gente que conozcas en persona y no olvides pedir antes su consentimiento
  • Entre los riesgos del sexting se incluyen el ciberacoso, la pornografía vengativa, los depredadores sexuales, la separación de la sexualidad de lo físico, los problemas legales y otros.
  • En lugar de demonizar el sexting, centrar la atención en aprender cómo hacerlo de forma consentida y cómo ser consciente de los posibles riesgos podría ser más beneficioso para los adolescentes

5.7.1. INTRODUCCIÓN

El mundo digitalizado en el que vivimos nos obliga a adaptarnos a los parámetros de seguridad online, que cambian constantemente. Aunque Internet es un recurso atractivo que ofrece acceso a información y entretenimiento, saber cómo protegerse a uno mismo y sus intereses es una habilidad valiosa. Cuando se enseña el uso de internet a niños/adolescentes, enseñar sobre seguridad en línea, ciberacoso, sexting y otros riesgos de exposición personal representa una prioridad en un uso saludable de internet.

Conocer las ventajas y los inconvenientes de Internet puede ayudar a los niños/adolescentes a sopesar la información y a tomar decisiones sobre su actividad en la red.

5.7.2. DESARROLLO DEL TEMA

5.7.2.1. Internet es para siempre

Una de las primeras cosas que los niños/adolescentes deben saber antes de participar en cualquier actividad en línea es que Internet es para siempre. Cualquier cosa que busquen, publiquen o comenten quedará guardada en algún lugar de la base de datos, exponiéndolos al riesgo de que en algún momento salga a la luz de una determinada manera y los ponga en una situación vulnerable. Lo mismo ocurre con las fotos compartidas, la información personal que facilitaron al crear una cuenta en un sitio web o cualquier mensaje aleatorio que enviaron a un amigo a través de una aplicación. Todo se guarda, almacena y utiliza de una forma u otra, independientemente de si es con fines de marketing (como anuncios dirigidos), para análisis de clientes o cualquier otro tipo de análisis de datos. Esa información puede usarse en su contra (por ejemplo, mediante el acoso) o para manipularlos y hacer que se comporten de una determinada manera o compren algo que creerán que necesitan. A través de la psicología del comportamiento, los creadores de redes sociales utilizan colores, lenguaje, imágenes o movimientos específicos para manipular sutilmente al espectador para que tome una decisión determinada. Aunque se trata de una simplificación excesiva del funcionamiento de Internet, la idea de que cada dato que proporcionas se utiliza para algo puede hacer que te lo pienses dos veces antes de buscar o publicar algo.

El ciberacoso (cyberbullying), el ciberhostigamiento (cyber-stalking), la obscenidad, el phishing, la desinformación y la piratería son sólo algunos de los peligros relacionados con Internet. Enseñar sobre privacidad significa comprender estos peligros. Cuando se trata de situaciones desconocidas, lo que hace que las percibamos como una amenaza suele centrarse en la falta de comprensión. Cuando no entendemos algo, no podemos protegernos de ello. Lo mismo ocurre les ocurre a los niños/adolescentes.

Es atrevido suponer que harán caso a los profesores/educadores que les digan que Internet es peligroso sin explicarles por qué y cómo esos peligros pueden perjudicarles. Utilizando un lenguaje apropiado para su edad, puedes intentar explicarles cómo puede afectar a su vida real cualquier tipo de actividad en Internet.

Puedes empezar explicándoles cómo funciona la privacidad en la red, cómo pueden utilizar métodos más seguros para navegar por Internet y cómo puede afectarles compartir información personal en sitios web o con personas que no conocen. Intenta dar ejemplos concretos sin demonizar Internet. Aunque internet puede ser un gran recurso, los valores que tiene (y el poder de ser positivo/negativo) están en manos del usuario.

Si quieres que sean precavidos pero no tengan miedo que les impida completamente usar internet, puedes probar algunas de las siguientes cosas:

  • Pon un cubre-cámara a la cámara del portátil/ordenador que vayan a utilizar
  • Consulta con ellos algunas páginas web
  • Hablad sobre qué tipo de información es más seguro dar (por ejemplo, evitar la dirección, los datos bancarios, etc.)
  • Enséñales a reconocer las fuentes de información fiables
  • Participa/organiza talleres o actividades que les enseñen a tener una actividad online más segura (especialmente en las redes sociales)

Todas estas situaciones pueden tener un impacto aún más perjudicial cuando se habla de sexting.

5.7.2.2. (Falta de) privacidad

El sexting es la actividad consistente en enviar contenidos sexualmente explícitos a través de mensajes privados o de Internet. Se refiere a fotos, vídeos y mensajes (escritos y de audio) (Priory Group). Esta práctica se ha generalizado con la evolución de los smartphones, convirtiéndose en un comportamiento normalizado entre los adolescentes. Sin embargo, la mayoría de las veces, la gente no es del todo consciente de los posibles riesgos que implica el sexting.

Riesgos asociados al sexting:

  • Compartir contenidos explícitos sin consentimiento (mensajes, contenidos audiovisuales)

Uno de los riesgos más comunes asociados al sexting es la difusión del contenido sin el consentimiento de la persona. Esto puede hacerse mediante el reenvío de mensajes, la captura de pantalla sin consentimiento y/o la publicación del contenido online.

  • Porno-venganza

La porno-venganza es el acto de una expareja de compartir contenido sexual explícito tuyo sin tener tu consentimiento. Tiene el propósito de causar vergüenza y angustia y puede ocurrir después de una separación, teniendo la venganza como punto de partida (Psych Central, 2018).

  • Cyberbullying/acoso sexual

El Cyberbullying o cyberacoso es el uso de la comunicación online para intimidar o acosar a una persona, compartiendo contenidos negativos o de odio y amenazas. Las personas que sufren ciberacoso pueden experimentar una baja autoestima, aislamiento, asumir una identidad online diferente (crear una imagen falsa de su vida), tener respuestas emocionales negativas (miedo, vulnerabilidad, frustración, etc.) y tendencias autolesivas.

Según un estudio realizado por el Cyberbullying Research Centre de EE.UU., sobre una muestra de jóvenes de 13 a 17 años, el 42% de los adolescentes declararon haber sufrido ciberacoso en su vida. Además, las chicas adolescentes eran más propensas a experimentarlo (50,9%) que los chicos adolescentes (37,8%) (Patchin, 2021).

No solo se trata de un posible riesgo, sino que también es más probable que les ocurra a personas que no se identifican como varones, por lo que también forma parte de la cuestión de la desigualdad de género, ya que estas personas pueden ser más vulnerables y estar más expuestas a amenazas como esta.

  • Desvincular la sexualidad de lo físico

Al invertir mucho tiempo dentro del mundo digitalizado, el riesgo de la actividad online y del sexting en concreto puede referirse a la percepción de la sexualidad en relación con la fisicalidad (Smith, 2021). Cuando se trata de descubrir la propia sexualidad, las prácticas que se eligen influyen en la conexión emocional que se establece entre las personas implicadas y, por tanto, en su percepción de la sexualidad y la intimidad. El aumento del sexting puede llevar a separar la sexualidad de lo físico, lo que posiblemente haga que los adolescentes no asocien el contacto físico con el deseo sexual o la sexualidad. Esto puede influir en su percepción de cómo construir relaciones íntimas saludables con sus parejas a lo largo de toda su vida.

  • Depredadores sexuales

Los depredadores sexuales son personas que buscan el contacto sexual de forma abusiva o depredadora. Pueden haber cometido delitos sexuales como acoso, agresión, violación o cualquier otra actividad sexual que no haya contado con el consentimiento de las otras personas implicadas. El sexting puede facilitar el contexto para los depredadores sexuales a través del catfishing, la práctica de asumir una identidad diferente, y de ofrecer al depredador una seguridad online, teniendo en cuenta que pueden mentir sobre su ubicación e identidad.

  • Cuestiones legales

Debido a la rápida evolución del sexting, diferenciar el sexting consentido del no consentido y de la pornografía infantil se ha convertido en una cuestión prioritaria para las fuerzas y cuerpos de seguridad. A través del sexting, especialmente con personas que no conocen presencialmente, los menores corren el riesgo de convertirse en objeto de explotación sexual online.

Al explicar estos riesgos, ya sea en un entorno familiar o escolar, la idea es que los adolescentes sean conscientes, no que tengan miedo de entrar en Internet o practicar sexting. Puedes intentar transmitir la idea de que tomar precauciones y comunicar abiertamente lo que ocurre en su actividad online (respetando su privacidad) puede ser beneficioso para ellos. Explicarles qué medidas pueden tomar cuando se produzcan situaciones de este tipo puede mantenerles más seguros, respetando al mismo tiempo su intimidad. Intenta equilibrar la charla y abordar también la parte divertida y excitante del sexting, aprendiendo sobre lo que te gusta y lo que no, y construyendo la intimidad con tus parejas.

5.7.2.3. Consentimiento

La presión entre iguales puede influir drásticamente en el comportamiento de una persona, sobre todo cuando se trata de integrarse socialmente y tener la sensación de pertenecer a un grupo. Dedica un momento a mostrar a los niños/adolescentes que está bien desmarcarse del grupo y no hacer algo con lo que no te sientes cómodo. Aunque esto es algo que se aplica a todas las edades, los niños/adolescentes son más vulnerables a ello porque lo más probable es que estén pasando por su proceso de autodescubrimiento durante esos años y estén intentando encontrar un grupo al que puedan pertenecer.

Explicarles qué es el consentimiento y que no deben darlo si no se sienten cómodos puede ayudar mucho. El consentimiento es una vía de doble sentido. Tú decides si lo das y cuándo, pero también debes tener en cuenta cómo pedirlo.

En el sexting, pedir el consentimiento podría ser así:

  • ¿Te parece bien que te envíe una foto/vídeo?
  • ¿Quieres que continúe?
  • ¿Te sientes cómodo/a con X?
  • ¿Qué te parece X?

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo puede asegurarse de que la persona con la que está hablando también se siente cómoda con la dirección que está tomando la conversación. Cuando hablamos de sexting, enseñar a los adolescentes sobre el consentimiento significa también explicarles que enviar contenido explícito sin consentimiento es invadir la intimidad de la otra persona, y que construir intimidad con alguien requiere confianza, independientemente de si esto ocurre online o en persona.

Puede leer más sobre el consentimiento en el tema 5.6.

– 5.7.3. SITUACIONES DE DISCRIMINACIÓN RELACIONADAS CON EL TEMA –

O. es un chico de 14 años que tiene una cuenta en una aplicación de redes sociales. Allí conoció a G. Aunque O. y G. viven en el mismo país, están en ciudades distintas y nunca se han visto en persona. Se enviaron fotos y empezaron a hablar por Internet hasta que llegaron a un cierto nivel de intimidad. Fue entonces cuando G. empezó a enviar a O. mensajes con contenido sexual explícito y animaba a O. a hacer lo mismo. O. no se sentía cómodo haciéndolo y G. empezó a burlarse de él, diciéndole que si enviaban contenido sexual explícito serían como cualquier otro adolescente.

En este caso, existen varios riesgos. O. podría ser objeto de presión por parte de sus compañeros, sufrir ciberacoso, acoso sexual y, si la persona al otro lado de la conversación no fuera quien dice ser, los riesgos podrían implicar a depredadores sexuales, pornografía infantil u otras situaciones peligrosas.

Como padre o madre, establecer un clima de confianza y abordar el tema del sexting y la seguridad online en lugar de evitarlo puede ayudar a los niños/adolescentes a sentirse más cómodos a la hora de acudir a los adultos en situaciones en las que puedan necesitar ayuda.

5.7.4. BUENAS PRÁCTICAS

5.7.4.1. Establecer un clima de confianza

Establecer un clima de confianza con tus hijos o estudiantes puede animarles a acudir a ti en caso de situaciones peligrosas. Trate de hablar abiertamente, respondiendo a sus preguntas y mostrándoles cómo navegar por Internet de forma más segura. Al mismo tiempo, intente respetar su intimidad.

Anímeles a ser conscientes de la información que dan y, lo que es más importante, a quién se la dan. Anímeles a que sólo hablen con personas que hayan conocido en persona y hábleles de privacidad e intimidad.

5.7.4.2. Debatir en lugar de evitar

Debata el tema y encuentre puntos en común y prácticas que puedan ayudar tanto a los menores como a ti mismo/a, como modelo para ellos, a mantenerlos a salvo. Explique los riesgos del sexting sin demonizarlo, sino centrándose en mostrar los posibles peligros y cómo evitarlos. Si ignora la acción por completo y la presenta como algo que considera totalmente incorrecto, puede que no esté ayudando a que no lo practiquen, sino que probablemente les esté quitando una oportunidad de aprendizaje, ya que puede que no acudan a usted en caso de que algo vaya mal.

5.7.5. REFERENCIAS

Patchin, J. W. (2021). 2019 Cyberbullying Data. Cyberbullying Research Centre. Retrieved from https://cyberbullying.org/2021-cyberbullying-data.

Psych Central (2018). What Is Revenge Porn?  Retrieved from https://psychcentral.com/blog/what-is-revenge-porn#1.

Smith, D. (2021). What are the risks associated with sexting? Dtek Customs. Retrieved from https://www.dtekcustoms.com/what-are-the-risks-associated-with-sexting/.

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